- Movimiento Vientos del Pueblo
NORMALIDAD PARA LOS GRANDES EMPRESARIOS, MIENTRAS SE VULNERAN LOS DERECHOS DEL PUEBLO Y SE PONE EN R
El gobierno pretende volver a la normalidad para asegurar las ganancias de sus amos, en desmedro de la salud de los trabajadores, limitando y conculcando sus derechos y sin dar ninguna solución a los sectores populares.
1. En Ecuador y en varias partes del mundo, los grandes empresarios presionan por volver a la normalidad. Los gobiernos, que no son más que sus títeres, van adoptando políticas para que varios sectores innecesarios durante la emergencia sanitaria -automotriz, construcción- se reactiven progresivamente. 2. Muchas de las grandes empresas no han dejado de producir. A pesar de ello han realizado despidos, recortes de personal, baja de salarios, y demás abusos contra la clase trabajadora. La supuesta promesa del gobierno que no habrían despidos nunca se cumplió, más bien se han instaurado medidas que flexibilizan y precarizan aún más las relaciones laborales. 3. El gobierno ha hecho el ridículo internacionalmente por las malas decisiones que ha tomado. Es puesto como ejemplo de lo que no se tiene que hacer. En concordancia con ello hace caso omiso de las recomendaciones de organismos de salud, profesionales y gremios de la salud, y científicos del mundo entero. 4. En Ecuador no se han realizado las suficientes pruebas de Covid-19, se ocultan o tergiversan cifras de infectados y fallecidos, y la curva de contagios no se ha aplanado en la mayor parte de provincias. El personal médico y de apoyo aún no cuenta con insumos y equipamiento suficiente a pesar de las protestas realizadas en los últimos días. 5. Los expertos de salud señalan que es necesario permanecer por lo menos 14 días con una tendencia a la baja en el número de contagios para poder pasar a la siguiente fase, esto para que los sistemas sanitarios puedan enfrentar el número de contagios sin colapsar. En el Ecuador, en la última semana se dispararon los contagios hasta superar los 20 mil y existe un número mucho menor en promedio de camas en hospitales por número de personas en comparación con Latinoamérica, lo que indica que no se podrá enfrentar con la estructura que de por sí ya está colapsada. Solo habría que tomar en cuenta lo ocurrido en Estados Unidos, donde Trump minimizó la pandemia, y ahora es el país que ha tenido el mayor número de contagios en el mundo. En España e Italia se ha empezado a reactivar el país en contra de todas las recomendaciones de expertos en salud y se pronostica un rebrote de la pandemia estructuralmente. En estos el papel del Estado ha sido decisivo para levantar el confinamiento respondiendo a los intereses de los empresarios por sobre las medidas necesarias para cuidar la salud de la población. No existen condiciones sanitarias adecuadas para la vuelta a la normalidad en el país. Ellos solo provocará un reflote de la pandemia que implicará un incremento de personas enfermas y fallecidas. 6. En esta situación, la supuesta ayuda del gobierno no ha llegado a la gran mayoría de los sectores populares, quienes aparte de ser más vulnerables a la pandemia, enfrentan el hambre y la desesperación por no poder cubrir sus necesidades básicas. Los bonos de miseria (60 USD) y los kits de alimentos (con productos que no abastecen ni una semana a las familias) son insuficientes. 7. Esto ha obligado a miles de personas a volcarse a las calles para buscar un sustento, a pesar de los riesgos que corren: vendedores ambulantes, trabajadores de Glovo, plomeros, electricistas, etc. Aparte de ver cómo se les arrebata su mercadería, sufren la represión de las fuerzas policiales y militares. 8. Los pequeños campesinos y pequeños propietarios de la ciudad buscan una manera de ejercer sus actividades pues se encuentran al borde de la quiebra. El gobierno ofreció créditos que hasta el momento no se han materializado. 9. La vuelta a la normalidad no es una solución en estos momentos. El gobierno busca evadir su responsabilidad de garantizar la subsistencia de los sectores populares y pretende lanzarlos a las actividades sin importarle las consecuencias que ello representaría para su salud. ¡Háganse cargo de algo! 10. Los grandes burgueses seguirán en aislamiento cómodamente en sus mansiones o casas de lujo, mientras los trabajadores se verán expuestos al contagio por todo lo que implica producir en estas condiciones. Además que de hecho recortarán más personal para mejorar el margen de sus ganancias. No se puede volver a la normalidad para defender los intereses de acumulación de un grupo minoritario de la sociedad. No se puede arriesgar la vida de los trabajadores por el afán de lucro de los empresarios. 11. Ante las condiciones señaladas nos oponemos a una vuelta a la normalidad. El gobierno debe asegurar la vida de las personas en el plano sanitario y económico. Debe ampliar la entrega de alimentos y fondos que cubran realmente las necesidades de las masas populares. Los recursos existen: dejar de pagar la deuda externa, cobrar un impuesto a las grandes empresas (solo los grupos monopólicos más fuertes tuvieron ingresos de más de 12 mil millones, cobrándoles el 10% de ello se asegurarían más de mil millones), cobrar un impuesto a las grandes empresas transnacionales y a la banca, disminuir los sueldos dorados de la alta burocracia estatal, dejar de entregar fondos a los partidos politiqueros electorales, cobrar a los correístas la plata que se robaron. Esas son soluciones reales para mantener el aislamiento, sin contravenir la salud de la población. 12. Además se deben ampliar los plazos de moratoria de las deudas personales a instituciones bancarias al menos sesenta días más. Deben rebajarse los costos de las pensiones de instituciones educativas privadas.Permitir que los arrendatarios no paguen sus alquileres. Que se frenen los despidos y los abusos empresariales. 13. Es vital comprender que la pandemia ha sido utilizada por los grandes consorcios burgueses para impulsar una fuerte contrarreforma laboral que pretende ser aprobada. Los trabajadores no pueden permanecer impávidos mientras uno y otro derecho son despojados. La clase obrera ha alzado su voz de protesta estas semanas fuera de las fábricas ante tanto atropello. ESTAS EXPRESIONES JUSTAS DE LUCHA NO DEBEN DETENERSE. 14. Nos oponemos a la vuelta a la normalidad que no es más que seguir haciendo más ricos a los grandes empresarios. Exigimos que el gobierno cubra las necesidades básicas del pueblo. Y hacemos un llamado a que los trabajadores que están siendo vulnerados sigan ejerciendo su derecho a protestar fuera de las fábricas y en las calles, cuidándonos mutuamente. 15. Cuando se vuelva a la normalidad no será para seguir engordando las cuentas de los parásitos burgueses, será para recuperar en las calles todo lo arrebatado. 16. Es importante remarcar que el viejo Estado clama por una vuelta a la noramildad, pero utilizará la excusa de la pandemia para neutralizar, limitar o disolver la protesta social que se viene. Por ejemplo en países como Chile se han activado protestas tomando las medidas de seguridad y de distanciamiento y el Estado no ha dudado en desplegar todo su aparato represivo para impedir cualquier protesta. Se ha intentado utilizar la crisis para disolver cualquier expresión de descontento y aplicar medidas que atentan directamente contra los sectores populares.
¡No vuelta a la normalidad para enriquecer a los empresarios y afectar la salud del pueblo! ¡Que el gobierno se responsabilice de la subsistencia de la población! ¡No más despidos, recortes de personal, baja de salarios y vulneración de derechos a los trabajadores y maestros!
¡Mantener la protestas contra los abusos y despidos como lo han hecho varios compañeros trabajadores en estas semanas! ¡Cuidarse y solidarizarse entre el pueblo, y prepararse porque se vienen grandes días de lucha! ¡La rebelión se justifica!
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