1M
- Vientos del Pueblo
- hace 2 horas
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“No he nacido felizmente con la boca clausurada,
van a tener que escucharme con la voz dinamitada.”
Jovaldo

Banderas agitadas en las calles, grito pictórico que chirriaba en tímpanos. Tras las cortinas de las casas asomaban costillas con pellejo y calaveras andantes. Yo no sabía si a todos nos habían puesto babas de mudo en los labios, pero no soportaba más. Escribimos las consignas sobre las telas blancas y aunque hablar estaba prohibido escribir daba paso a la rebelión.
-Es primero de mayo compas ¿qué vamos a hacer?, aunque los rayas estén en el cuello este día no puede ser uno más, es urgente posicionar nuestra consigna “La rebelión se justifica”, ¿o nos quedaremos a la cola del hecho político, en el vacuo seguidismo? Esa voz salida de unos pulmones enormes retumbo en las paredes de adobe silenciando al cielo que se derramaba sobre el centro histórico.
-Dividamos las funciones y analicemos la coyuntura, sabemos que las masas no saldrán y los partidos politiqueros se manifestarán solo por redes sociales. La acción no puede ser un impulso debe contribuir a elevar la conciencia política de las masas. Así argumentaba la camarada de las mariposas.
A esto respondió el canoso agitador iluminado. ¡Camaradas, tenemos que aprender una cosa muy clara y es que la vanguardia del proletariado somos nosotros y no hay más, pero si no sabemos boquillar, agitar y levantar el ánimo de los oprimidos, como llamarnos militantes vamos a las plazas a las universidades ganemosles a los revisionistas en todos los campos en la lucha a todo nivel, tomemos los megáfonos hagámonos escuchar carajo!
– Correcto compañeros empecemos a organizar, la ruta de la movilización será en el sector industrial del sur D. está encargado de la seguridad, A. imprime los volantes para repartir en la zona fabril y dile a C. que convoque a los compañeros de, ECASA, FABRIL FAME y donde hayan contactos obreros.
Tres cuadros pintados a blanco y negro colgaban de la pared uno barbado y de cabello largo, otro sin cabello y con barba de perilla, el último era de un chino sonriente, símbolos llegados “a través de la cumbre de los siglos, por encima de cabezas, poetas y gobiernos.” 1 observaban la reunión.
– ¿Cuál es el número de obreros confirmados?
– Chuta compas, la verdad hemos volanteado pero no hay mucha acogida, hablamos con todos los contactos y tenemos 50. – Donde está el espíritu militante, si hay que doblar esfuerzos hagámoslo, a los compañeros de ECASA los despidieron sin liquidación, los engañaron diciendo que les estaban depositando lo del seguro y al final no les dieron nada y les quisieron pagar su liquidación con electrodomésticos dañados. A las compañeras de Fabril Fame las despidieron por armar un sindicato, si bien el número de obreros en Ecuador no es elevado hay que bregar porque asistan más.
C. observó reflexivo y con la cabeza baja, su cabello lacio y corte redondo ayudaban a ocultar su rostro, ya me pongo en eso, respondió.
- ¿Cuantos ambulantes han confirmado R.? – ¿De las distintas zonas o el total?
– El total brother. -Tenemos 300. – Si no aseguramos mínimo mil personas no se levantará la moral de las masas y el gobierno se va a burlar. Metamos el hombro necesitamos de todos mientras haya algo que hacer nada hemos hecho.
Al escuchar eso salí del cuarto para internarme en la memoria. El cementerio de los vivos, no el de Dostoyevski sino el de Arturo Jarrín. ¿Cuándo se está preparado para afrontar las dificultades propias de quienes se atreven a escalar las alturas y cortar la cabeza del rey? Todos los militantes quizá se preguntan lo mismo, abren sus ojos observan y estudian con intriga al barbado, al calvo, y al chino.
Me dirigí a la cocina donde D. preparaba el engrudo – cuatro libras de harina, una olla grande de agua hirviendo. Colocó la harina en la olla, luego daba vueltas disolviendo los grumos hasta que esté en su punto. Salimos y el Pichincha casi invisible en la noche sin luna se dibujaba frente al horizonte. Mientras las horas transcurrían las nubes se mimetizaban con las tórtolas, el olor a tierra mojada se disipaba por el aire.
5 AM. El frio, la madrugada y su oscuro manto de soledad nos impulsó a Carcelén al parque de los recuerdos entregando la revista “El Organizador” a todo trabajador que cruzaba el puente con sus botas punta de acero, jean y gruesas chompas.
-Compañero lo invitamos este primero de mayo. Lo invitamos este Primero de mayo a la movilización contra las medidas estatales. Uno tras otro se atropellaban. Hay que timbrar la entrada, ni un segundo tarde. Me envolvió un tifón de trabajadores pero no quedó ningún obrero sin El Organizador.
Es tan gris el cielo como la enorme ciudad abarrotada de miseria la ciudad se ve tan azul, había que tomar las brochas y sobre la pared embarrar en rojo Primero de mayo revolucionario. Ese amanecer se tornó escarlata merecía serlo. Sabes A. siento muy profundamente la necesidad de esto y tomarlo con la seriedad con la que los niños juegan ¿Por qué estás aquí arriesgándote, amanecida y sin dormir?
– Es que abrí los ojos no hay marcha atrás. Adopté el programa del proletariado y pienso en la urgencia de un partido de nuevo tipo siento que solo la lucha y la organización le dan sentido a mi vida.
-Hablar es tan fácil, pero mantener nuestra palabra y convicción hasta el último aliento quién sabe si ambos lo haremos hasta la tumba. -Tomamos los baldes de pintura y engrudo caminamos silenciosos entre el ruido de la ciudad esperando que las palabras no nos condenen; llegamos al centro de operaciones y continuamos haciendo antorchas para el día siguiente quien diría que la muerte de los obreros en Chicago causaría tanta emoción expectativa, alegría y odio, sentimientos que se resumen en venganza.
-Soñé que hablaba con los cuadros de la casa vieja me explicaban la teoría de la contradicción tan claramente primero se descolgaban y al levantarlos el barbón salió después el chino y el calvo todos me llenaban de información valiosa, yo discutía sobre la unidad y lucha de contrarios, después la tarea de los intelectuales y al fin cuando estábamos a punto de hacer un análisis de clases me llamaste a despertar. –Escucha C. como dijo Lenin “Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños y realizar escrupulosamente nuestra fantasía” ¿tienes la gasolina, las antorchas, los fósforos y las banderas?
–Sí, listo vamos entonces a la zona fabril del sur donde las papas queman. Reíamos y fantaseábamos libremente sin saber lo que nos esperaba más adelante.
El bloque de nuestra gente se ubicará en la Maldonado vamos a dirigirnos a las empresas que han despedido a nuestros compañeros. Al frente se ubica la bandera histórica junto con los obreros, detrás la masa de semiproletarios, después el grupo de mujeres y finalmente los tambores.
Cartones pintados, estandartes, banderas se esparcían como la escandalosa sangre que aunque se la quiera ocultar se muestra. M. tomó el megáfono la consigna vibró en la garganta de todos.
Los derechos no se piden,
los derechos no se venden,
los derechos se consiguen
con la lucha de la gente.
-Griten compañeros no más oprobio ni miseria de parte del Estado no luchamos por salarios estamos aquí por nuestra dignidad y la de nuestras familias por el trabajo por el estudio. A diario entregamos nuestra vida en las fábricas, en las calles bajo el sol, bajo la lluvia, perseguidos. Decimos ¡basta! !Bas-ta! es hora de los trabajadores.
Y cómo, y cómo y cómo es la huevada
Despiden al obrero y nadie dice nada
Y cómo, y cómo y cómo es la huevada
El Estado calla y no da la cara.
De inmediato sonaban las patrullas en un intento de opacar el grito de la masa, motorizados rodearon la movilización con trajes antimotines, toletes armas giraban alrededor de los manifestantes, mientras avanzaba la marcha hacia ECASA los infiltrados empezaron a provocar. La policía aprovechó el momento y empezó a golpearnos, a mi me rodearon seis me lanzaron gas caí al piso y me patearon hasta la inconsciencia. Cuando desperté el cuerpo me quemaba un ardor insoportable me invadía no me podía mover mis compañeros habían sido dispersados me encontró S. y me había llevado a un sitio seguro.
-Fúmame, sóplame el humo en la cara ponme visina en los ojos.
-Respira viejo respira esos hijueputas te gasearon si no te desmayabas te seguían dando hasta matarte.
-¿Cómo están los demás?
Después de la lluvia de piedras y el gas desaparecieron en el humo.
Arfonso Guaraguao
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