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  • Movimiento Vientos del Pueblo

No hay tiempo que perder, se vienen grandes días de lucha


El coronavirus se extiende por el mundo entero. La pandemia agrava la ya descompuesta economía del sistema capitalista imperialista, marcada por una crisis en la producción real, un descenso en la tasa de ganancia, y los problemas originados por la creciente actividad especulativa del capital financiero; todo esto enmarcado en la disputa inter-imperialista entre el eje chino-ruso y Estados Unidos por la hegemonía mundial y el control de las semicolonias.


China, el epicentro donde este virus surgió, se rehabilita y aprovecha el golpe que éste provoca actualmente en Estados Unidos y la Unión Europea. El imperialismo chino se beneficia de los bajos precios del petróleo, ampliando sus reservas de manera exponencial; a la vez que endeuda a varios países, asegurándose sus recursos estratégicos por largo tiempo; pretendiendo además mejorar su imagen, a partir de las míseras donaciones de material e insumos médicos que entrega.


Las clases dominantes, desde ya, proyectan descargar la crisis en las espaldas de la clase trabajadora y las masas populares. Utilizarán la pandemia como elemento legitimador de las políticas económicas que pretenden impulsar. La ecuación es clara: endeudamiento externo, del que se beneficiará el capital financiero; medidas tendientes a la precarización y flexibilización de las relaciones laborales; despojo de derechos históricos de las masas populares; reducción de presupuestos en salud y educación; privatización de empresas públicas; recortes de subsidios; y mayor “inversión extranjera”. Todas las medidas que han sido contenidas a través de las luchas populares en varias partes del mundo, buscarán ser llevadas a cabo. Sin embargo, el imperialismo enfrenta un callejón sin salida, dichas medidas provocarán una serie de levantamientos, sublevaciones y rebeliones en cada país, que seguramente serán ferozmente reprimidas, lo que las agudizará aún más. Mientras también aplicarán su vieja estrategia de llevar la resistencia al matadero institucional y a las elecciones burguesas.


Es fundamental comprender la forma en la que las élites dominantes están justificando la violencia de las fuerzas policiales y militares. Bajo la excusa de “mantener el orden” se están produciendo una serie de atropellos y humillaciones en contra de las masas populares. En varios países latinoamericanos, entre ellos Ecuador, obligan a realizar castigos físicos, humillan y se burlan del pueblo. En Perú acaba de expedirse un decreto que exime de toda responsabilidad a las fuerzas represivas si asesinan o causan lesiones durante el estado de emergencia. Esto no es sino una manera de normalizar públicamente la represión, para que cuando vengan los momentos de lucha, un sector de la población esté de acuerdo con ello. La emergencia sanitaria ha puesto al descubierto lo más conservador y caduco de la ideología burguesa: los discursos xenófobos, racistas, regionalistas, religiosos y elitistas son difundidos a diario por los medios de comunicación burgueses.


Estos momentos de marginación, sufrimiento, desesperación y hambre, encierran también algo positivo, pues develan de manera más concreta el funcionamiento del sistema capitalista imperialista, la ineptitud de las clases dominantes, y la necesidad imperiosa de una revolución proletaria. Las medidas auspiciadas por el imperialismo y sus títeres, y el respaldo que a estas dan los partidos reformistas de la izquierda oportunista, se descalabran en el mundo entero, demostrando una vez más la intrascendencia del diálogo, del parlamentarismo, de las elecciones, y del camino institucional.


Las protestas han iniciado. En el sur de Italia, varios trabajadores saquean supermercados por el hambre y llaman a la rebelión. En Francia los chalecos amarillos convocan a combatir a pesar de las restricciones que impone el gobierno de Macron. En Chile, las masas populares no sueltan la calle y continúan movilizadas. En la India, los Naxalitas combaten ante la represión de un gobierno que con excusa de la pandemia quiere ampliar la militarización del país. En Brasil, Colombia, Perú, Venezuela y Ecuador el pueblo busca formas de protestar, a pesar de las restricciones de movilidad, estados de excepción y toques de queda.


Se vienen grandes días de lucha, el mundo será cubierto de protestas, y el proletariado contará nuevamente con escenarios que le permitirán ponerse a la vanguardia de todos los sectores explotados y oprimidos, mostrando la justeza y necesidad de su programa y modelo de sociedad. Las rebeliones espontáneas deberán tener una carga consciente, o sino propiciarán un reordenamiento de lo caduco. Es trascendental hacer cada vez más sólidas e influyentes las formas organizativas del proletariado, sus tres elementos, para que puedan influir decisivamente. Las condiciones objetivas están dadas hace mucho tiempo, la crisis las agudiza, es vital que las condiciones subjetivas de organización y consciencia den un salto cualitativo. La sociedad lo exige, el pueblo lo espera, y hay que estar preparados.


¡La rebelión se justifica, aquí y ahora!


MOVIMIENTO VIENTOS DEL PUEBLO

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