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Movimiento Vientos del Pueblo

Despidos intempestivos en crisis sanitaria


Durante los primeros días de la emergencia sanitaria el gobierno emitió dos decretos: 1) MDT 2020-76 sobre la aplicación de teletrabajo; y 2) MDT 2020-77 sobre la reducción, modificación o suspensión de la jornada laboral; los mismos que han sido promocionados como un intento de “salvaguardar” la estabilidad de los trabajadores en esta coyuntura, alterándose las modalidades y jornadas laborales habituales. Adicional a esto, el gobierno aseveró que no iban a existir despidos.


Sobre las medidas impulsadas en los decretos se ponen en práctica: la modalidad de trabajo desde casa, en las que durante todos estos días se ha evidenciado que quienes están dentro de ésta, tienen jornadas mayores a las 8 horas y sobrecarga de trabajo; también la disponibilidad para flexibilizar la jornada laboral (modificación, suspensión o reducción); y la forma de recuperación de las horas no laboradas, que sería de máximo tres horas adicionales entre semana y o cuatro horas los sábados.


Según un artículo publicado el 23 de marzo por Diario El Universo, después de nueve días de emitidos los decretos, existieron 431 denuncias, por canales virtuales, al Ministerio de Trabajo, tanto por despidos, como por obligación a tomar vacaciones. Ante esto, el nuevo ministro, Luis Poveda, conocido empleado de las empresas burguesas, emitió el acuerdo MDT 2020-80, donde reforma las directrices del MDT 2020-77 en los siguientes temas:


  • Durante la emergencia, el empleador del sector privado podrá modificar la jornada laboral incluyendo sábados y domingos.

  • Se modifica el horario de recuperación hasta 12 horas semanales y los días sábados 8 horas diarias.

  • El empleador y el trabajador podrán llegar a un acuerdo para establecer un cronograma de pago de la remuneración.

  • El empleador podrá fijar la fecha de inicio y fin del período de vacaciones acumuladas.

  • Convenir modalidades de trabajo entre el empleador y el trabajador.


Como se evidencia con los decretos, existe una clara intención de dar prioridad a que se mantenga la producción a pesar de la crisis y que se sigan enriqueciendo los empresarios. Se da la potestad de cargar los días no trabajados a las vacaciones, sin considerar que la emergencia sanitaria está lejos de representar un tiempo de descanso, pues los trabajadores no tienen ni siquiera para alimentarse y no pueden salir de sus casas. Adicional a esto, las empresas se han beneficiado con la flexibilidad que se genera en cuanto al lugar y jornada de trabajo, pues pueden seguir produciendo durante la emergencia y a un menor costo.


Durante este tiempo han existido una serie de denuncias de los trabajadores que forman parte de industrias que no han parado, en el sentido de que no cuentan con las respectivas medidas de seguridad sanitaria. Mientras los grandes monopolistas están en sus casas, disfrutando de su lujoso nivel de vida, los trabajadores arriesgan la suya para hacerlos más ricos.


Iniciando la tercera semana de emergencia sanitaria se vuelven más reiterativos y frecuentes los abusos contra la clase trabajadora. En CONFITECA S.A. despidieron intempestivamente a 140 trabajadores el 30 de marzo. La empresa durante estas semanas ha mantenido su producción durante ocho horas diarias. Los representantes de la empresa aducen que se están apegando al Art. 169 del Código de Trabajo, numeral 6, que establece que se podrán terminar los contratos por caso fortuito o fuerza mayor, combinando esto con una serie de presiones para que los trabajadores firmen la renuncia recibiendo el 25% de la “liquidación” o acepten un salario básico como compensación. Esto no es más que un abuso, un atropello por parte de la empresa que aprovechando la emergencia sanitaria busca no asumir el rubro total de liquidación por el despido intempestivo que ejecutó. Los trabajadores que se mantienen serán divididos en dos jornadas con mayor carga, pues asumirían las secciones en las que falta personal; al personal administrativo le reducirán la jornada y el sueldo, y en algunos casos tendrán que acogerse al teletrabajo.


Otro caso de despidos intempestivos es de la Florícola AGRITAB, ubicada en Tabacundo, más de 150 trabajadores no pudieron ingresar a sus labores por la lista de despedidos en la entrada, sin notificación previa. Agritab es parte del grupo Arbustra que cuenta con cinco haciendas florícolas.


Los trabajadores son uno de los sectores más golpeados por empresarios y gobierno. Sin trabajo no podrán cubrir sus necesidades y las de sus familias. La situación en el país se volverá insostenible y la clase obrera se verá expuesta a lo siguiente:


Una inminente reforma al código laboral que, a pretexto de “dinamizar” la economía y mantener la producción, pretenderá mantener las nuevas modalidades de trabajo instauradas durante la emergencia: teletrabajo, flexibilidad en los horarios, cargos de a vacaciones de los días de encierro obligatorio, y nuevas modalidades de contrato que resten estabilidad.


Se priorizará la flexibilización laboral para que los trabajadores produzcan en las condiciones que mejor convengan a los empresarios, despojándolos de una serie de derechos conquistados históricamente a través de la lucha.


Se propiciará un ambiente favorable para aumentar la carga de trabajo (mayor explotación), pues se producirá lo mismo con una menor cantidad de trabajadores, quienes serán amenazados con ser despedidos.


El gobierno y los empresarios verán los mecanismos para reducir el salario real de la clase trabajadora, quienes ni siquiera podrán garantizarse los artículos de primera necesidad.


En fin, se agudizarán los procesos de precarización y flexibilización laboral, vulnerando la estabilidad laboral, reduciendo de derechos adquiridos (como el caso de vacaciones), irrespetando la remuneración por horas suplementarias y extraordinarias, y se provocarán despidos en masa.


La crisis del sistema capitalista imperialista, que es anterior a la pandemia, pretenderá descargarse sobre las espaldas de la clase trabajadora y las masas populares. Las medidas que viene impulsando el gobierno de Moreno buscarán ser justificadas por el coronavirus y la emergencia sanitaria. A los obreros y al pueblo no les queda más camino que la lucha, no pueden confiarse en las burocracias sindicales que han pactado siempre con la patronal y los gobiernos de turno. Se vienen días agitados, los escenarios de movilización se multiplicarán, y hoy más que nunca debemos demostrar la inutilidad y las limitaciones del sistema hasta hacerlo añicos.

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