POSICIÓN DEL MOVIMIENTO VIENTOS DEL PUEBLO ANTE LOS ÚLTIMOS SUCESOS EN VENEZUELA
Los hechos que se están suscitando en Venezuela responden a dos elementos centrales: la disputa entre la burguesía burocrática y compradora, la primera encabezada por Maduro y Diosdado Cabello, y la segunda representada por Guaidó; y la disputa interimperialista entre el eje China-Rusia y Estados Unidos, conflicto que aún no alcanza los niveles necesarios para una conflagración mundial, pero que se halla en dicho camino.
El imperialismo estadounidense busca asegurar y reafirmar su control sobre Latinoamérica. Si bien para ambos bandos imperialistas Asia representa la región más importante en cuanto a recursos e intereses geo-políticos, y es seguramente allí donde se definirá quién será la potencia hegemónica para las siguientes décadas, América Latina constituye también una zona de gran importancia; sin embargo EEUU ha perdido peso en la región después de la quiebra del modelo neoliberal (que vuelve a replantearse) y el ascenso del socialismo del siglo XXI, que impulsó la influencia del imperialismo chino en varios países como Venezuela, Bolivia, Brasil, y Ecuador. En algo debemos estar claros, EEUU no ha perdido su carácter de principal potencia opresora en Latinoamérica, pero el imperialismo chino viene ganando espacio.
El gobierno de Maduro, como el de Chávez, y todos los del socialismo del siglo XXI, no son más que representantes de la burguesía burocrática, una facción de la clase dominante que utiliza el Estado como palanca de acumulación y enriquecimiento. Venezuela no es, ni fue un país socialista, ni siquiera un país antimperialista o progresista, pues siempre ha estado bajo la órbita de la dominación extranjera: estadounidense o china. Por lo tanto, lo que está en juego no es la lucha del pueblo, no es la defensa del socialismo, o una lucha anti-imperialista, sino simplemente una disputa interimperialista e interburguesa, entre bandos que buscan atraerse a las masas para usarlas como carne de cañón.
Los burgueses compradores que están representados hoy por Guaidó, y anteriormente por López, Capriles y demás, ya han gobernado Venezuela, sumiéndola también en la miseria, la pobreza, el desempleo, la inflación y la crisis. Basta recordar por qué asciende a escena Hugo Chávez, y es precisamente en pugna contra el gobierno hambreador y represor de Carlos Andrés Pérez. La burguesía compradora es una clase usurera, parásita e inútil que jamás pudo desarrollar la industria venezolana, resolver el problema agrario o estimular la producción, hoy pugna por volver a la administración del Estado con apoyo del imperialismo estadounidense.
Los sectores compradores y burocráticos han hecho de Venezuela un país con una economía primario-exportadora, dependiente del petróleo, con escaso desarrollo industrial. Su disputa es simplemente por la administración del Estado para maximizar sus beneficios como facción burguesa.
El carácter militarista, guerrerista y ocupador del imperialismo estadounidense nuevamente queda en evidencia. Rechazamos su injerencia en Venezuela y la posición miserable de los gobiernos (como el de Moreno) y organismos que dependen directamente de éste (ONU y la OEA) y que avalan resueltamente los hechos que se viven actualmente. Ninguna intervención directa puede ser aceptada.
La dominación imperialista no se ejerce sólo mediante la represión al pueblo, los golpes de Estado o las invasiones. El carácter semicolonial de un país se define especialmente por el control de su economía. En tiempos de paz o de guerra el sometimiento se mantiene. La dominación imperialista es estructural y no se manifiesta sólo a través de la invasión. EEUU ha utilizado las dos variantes históricamente. El imperialismo chino ha extendido sus tentáculos a través del endeudamiento que le asegura tanto la construcción de infraestructura como el control de los sectores estratégicos.
Los organismos burgueses internacionales y las potencias imperialistas lo más probable es que busquen asegurar una transición institucional mediante elecciones que permitan el regreso de los sectores compradores. Sin embargo llegar a ese punto se definirá por la posición que tomen las fuerzas armadas como ha ocurrido históricamente en Latinoamérica.
Lamentablemente en Venezuela no se visibiliza la existencia de grupos de inspiración revolucionaria y así el pueblo es arrastrado a seguir siendo apéndice de una u otra facción burguesa, en ese sentido, por más que exista inconformidad y rabia, el descontento se canalizará a una re-oxigenación y renovación del aparato estatal que no modificará las condiciones de vida de los sectores populares.
Cada vez es más urgente el desarrollo de una línea proletaria y organizaciones que establezcan una alianza entre obreros, campesinos, estudiantes, trabajadores informales y todos los sectores oprimidos históricamente en Venezuela.
Movimiento Vientos del Pueblo