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  • Movimiento Vientos del Pueblo

Los aportes de Mao a la teoría y práctica comunista


El Movimiento Vientos del Pueblo pretende recuperar toda la riqueza teórica y práctica del marxismo, que ha sido bastardeado, vulgarizado y fosilizado por la izquierda revisionista, no sólo amputándole sus elementos más revolucionarios, sino reduciéndola a un simple recetario asimilado de manera mecánica por sus militantes. En Ecuador, la inexistencia histórica de un verdadero partido comunista ha permitido que el revisionismo campee en los centros de estudio y cabalgue en la lucha de las masas populares, sin provocar ningún aporte serio, ni siquiera al análisis de nuestra realidad concreta. Reivindicamos el comunismo como filosofía, ciencia, ideología, movimiento político y sociedad, pues esos son los cinco elementos base que forman parte de su teoría y práctica.


La filosofía del comunismo, el materialismo dialéctico, nos permite abordar los problemas de la naturaleza y la sociedad con un enfoque correcto, con una concepción acertada, que permite cubrir con un manto de totalidad el análisis de los diferentes procesos en su devenir y desarrollo. El materialismo histórico, a partir de su método y categorías, admite estudiar la sociedad de manera científica, basando su análisis en la forma en que se produce, las relaciones en las que entran las personas y las clases, y el nivel de desarrollo técnico, para comprender los diversos procesos políticos, culturales y sociales. Pero el comunismo no se queda sólo en un enfoque correcto (filosofía) y en la búsqueda de la verdad (ciencia), sino que es partidario: sirve a los intereses del proletariado, como la clase más avanzada de la historia; es decir, tiene carácter ideológico como expresión de los intereses de la clase obrera. El comunismo no sólo critica lo existente, busca transformarlo, por lo tanto genera un movimiento para la revolución, formado por tres elementos claves: partido, frentes y ejército revolucionario, sin éstos es imposible la victoria. El comunismo desarrolla su propio programa y modelo de sociedad, que tiene una etapa inferior, el socialismo, para poder llegar a la sociedad sin clases, el comunismo, donde desaparezca la división entre trabajo manual e intelectual; entre campo y ciudad; y entre países opresores y oprimidos.


El pensamiento y la práctica revolucionaria se encuentran constantemente a prueba en la lucha de clases, deben desarrollarse a medida que la sociedad va cambiando para poder responder a sus exigencias. El marxismo, como toda ciencia, va profundizando su conocimiento sobre la realidad, haciéndolo más preciso. En ese sentido han existido grandes marxistas como Stalin y Mariátegui, por citar algunos, que han dado aportes en uno u otro ámbito de la teoría o práctica comunista; sin embargo, Lenin y Mao Tse Tung han dado aportes estructurales y cualitativos en los cinco elementos que antes señalamos. En este artículo nos centraremos específicamente en las contribuciones de Mao al comunismo, detallándolas a continuación.



El desarrollo de la filosofía marxista


Marx y Engels sentaron las bases del materialismo dialéctico, venciendo no sólo a las corrientes idealistas, sino superando el materialismo mecanicista que dominaba en la primera mitad del siglo XIX. Especificaron sus leyes: unidad y lucha de contrarios; cambios cuantitativos y cualitativos; y negación de la negación, para un abordaje correcto de los problemas de la naturaleza y la sociedad. Los Manuscritos Económicos Filosóficos,La Ideología Alemana, el Anti-Dühring y la Dialéctica de la Naturaleza, fueron obras centrales en este sentido.


Posteriormente, Lenin provocaría un avance epistemológico, concretando la teoría marxista del conocimiento, al señalar la relación entre lo espontáneo y lo consciente; y el vínculo existente entre la realidad objetiva, la verdad absoluta y las verdades relativas. Sostuvo además que la filosofía tiene un carácter de clase y que la ley fundamental y núcleo de la dialéctica materialista era la lucha de contrarios.


Mao Tse-Tung va a tomar estos planteamientos profundizándolos y especificándolos aún más. Sus aportes principales tienen que ver con el papel de la práctica como raíz y fuente del conocimiento, y el desarrollo de la ley de la contradicción.


En cuanto al primer punto, Mao, en su texto Sobre la Práctica, establece que el conocimiento va evolucionando de lo inferior a los superior, pasando de una etapa sensorial a una racional. Al primer momento le corresponden nuestras primeras impresiones de la realidad, captadas a través de los sentidos; mientras que al segundo pertenecen ya aquellas ideas que han sido sintetizadas y elevadas a un entendimiento superior, logrando un conocimiento más lógico y racional.


El marxismo-leninismo sostiene que cada una de las dos etapas del proceso cognoscitivo tiene sus propias características: en la etapa inferior, el conocimiento se manifiesta como conocimiento sensorial y, en la etapa superior, como conocimiento lógico, pero ambas son etapas de un proceso cognoscitivo único. Lo sensorial y lo racional son cualitativamente diferentes; sin embargo, uno y otro no están desligados, sino unidos sobre la base de la práctica. Nuestra práctica testimonia que no podemos comprender inmediatamente lo que percibimos, y que podemos percibir con mayor profundidad sólo aquello que ya comprendemos. La sensación sólo resuelve el problema de las apariencias; únicamente la teoría puede resolver el problema de la esencia. El entendimiento de la naturaleza y la sociedad no puede separarse ni en lo más mínimo de la práctica. Quien quiera conocer una cosa, no podrá conseguirlo sin entrar en contacto con ella, es decir, sin vivir (practicar) en el mismo medio de esa cosa. (SOBRE LA PRACTICA[*] SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL CONOCIMIENTO Y LA PRACTICA, 1968)


Mao enfatiza en que todo conocimiento auténtico proviene de la práctica, que ésta es su fuente y raíz. La teoría, siguiendo a Lenin, no es más que la práctica concentrada, experiencia sintetizada y elevada. Establece el vínculo entre experiencia directa (empírica) e indirecta (conocimiento teórico), dándole una total validez a los aportes previos, pues una persona no puede llegar a conocerlo todo. Lucha contra las concepciones subjetivistas y empiristas, las primeras que desprecian el papel de la práctica, y las segundas el papel de la teoría. Ello es fundamental en la actualidad pues la teoría debe alumbrar nuestro camino, pero se va perfilando más certeramente gracias a la práctica social y a la lucha de clases.


Para conocer directamente tal o cual cosa o cosas, es preciso participar personalmente en la lucha práctica por transformar la realidad, por transformar dicha cosa o cosas, pues es éste el único medio de entrar en contacto con sus apariencias; asimismo, es éste el único medio de poner al descubierto la esencia de dicha cosa o cosas y comprenderlas (...) La gente más ridícula del mundo son los “sabelotodo” que, recogiendo de oídas conocimientos fragmentarios y superficiales, se las dan de “máxima autoridad en el mundo”, lo que testimonia simplemente su fatuidad. El conocimiento es problema de la ciencia y ésta no admite ni la menor deshonestidad ni la menor presunción; lo que exige es ciertamente lo contrario: honestidad y modestia. Si quieres conocer, tienes que participar en la práctica transformadora de la realidad. Si quieres conocer el sabor de una pera, tienes tú mismo que transformarla comiéndola. Si quieres conocer la estructura y las propiedades del átomo, tienes que hacer experimentos físicos y químicos, cambiar el estado del átomo. Si quieres conocer la teoría y los métodos de la revolución, tienes que participar en la revolución. Todo conocimiento auténtico nace de la experiencia directa. Sin embargo, el hombre no puede tener experiencia directa de todas las cosas y, de hecho, la mayor parte de nuestros conocimientos proviene de la experiencia indirecta, por ejemplo, todos los conocimientos de los siglos pasados y de otros países (...)Por lo tanto, considerados en su conjunto, los conocimientos, sean del tipo que fueren, no pueden separarse de la experiencia directa. Todo conocimiento se origina en las sensaciones que el hombre obtiene del mundo exterior objetivo a través de los órganos de los sentidos; no es materialista quien niegue la sensación, niegue la experiencia directa, o niegue la participación personal en la práctica transformadora de la realidad. (SOBRE LA PRACTICA[*] SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL CONOCIMIENTO Y LA PRÁCTICA, 1968)


Estos aportes son claves no sólo para la filosofía y el conocimiento en general, sino para la lucha del movimiento obrero y las clases populares. El marxismo permite al proletariado rebasar el espontaneísmo y el economicismo (ludismo, sindicalismo) y comprender de manera científica el sistema capitalista en su conjunto, logrando que trascienda de lo sensorial a lo racional; por lo tanto, la consciencia de clase no es simplemente un hecho ideológico, sino científico. Pero es precisamente la práctica la que permite profundizar la teoría y dar un salto para poder trazar de manera adecuada los planes de transformación emprendidos por las masas. La práctica es el elemento de precisión clave del que desdeñan los intelectualoides y los “revolucionarios” de escritorio.


La dialéctica del conocimiento es un espiral que no termina. La realidad es la base, lo sensorial un primer momento, pero el salto al conocimiento racional no consuma el proceso sino simplemente lo profundiza, para volver nuevamente a la práctica y así impulsarse nuevamente.


Descubrir la verdad a través de la práctica y, nuevamente a través de la práctica, comprobarla y desarrollarla. Partir del conocimiento sensorial y desarrollarlo activamente convirtiéndolo en conocimiento racional; luego, partir del conocimiento racional y guiar activamente la práctica revolucionaria para transformar el mundo subjetivo y el mundo objetivo. Practicar, conocer, practicar otra vez y conocer de nuevo. Esta forma se repite en infinitos ciclos, y, con cada ciclo, el contenido de la práctica y del conocimiento se eleva a un nivel más alto. Esta es en su conjunto la teoría materialista dialéctica del conocimiento, y ésta es la teoría materialista dialéctica de la unidad entre el saber y el hacer. (SOBRE LA PRÁCTICA[*] SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL CONOCIMIENTO Y LA PRÁCTICA, 1968)


En cuanto a la ley fundamental del materialismo dialéctico: la ley de la contradicción, Mao Tse Tung la lleva a un estadio superior, señalando algunos aspectos que le dan mayor precisión. Entre ellos destacamos la universalidad y particularidad; la contradicción principal; el aspecto dirigente y secundario; la identidad y lucha; y el antagonismo.


La universalidad de la contradicción implica que ésta se da en todo proceso o cosa y que el movimiento de los contrarios se desenvuelve desde el inicio hasta el final. Combate las visiones que le confieren a la contradicción un carácter negativo y externo como simple exclusión de los contrarios, o señalando que ésta aparece sólo en los momentos de confrontación abierta.


El carácter particular de la contradicción establece que cada cosa tiene su propia forma de movimiento y encierra por lo tanto características propias que la diferencian de las otras cosas. Los elementos externos simplemente actúan sobre éstas, pero no son la base del cambio, lo cual está dado por sus aspectos internos. El entendimiento de la particularidad nos permite hacer el análisis concreto de la realidad concreta, como diría Lenin. Si no captamos los fenómenos sociales en su particularidad caeremos en errores mecánicos de generalización. Esto ayudó a Mao a sentar una estrategia revolucionaria diferente a la realizada en Rusia por los bolcheviques, pues la sociedad china tenía otras características.


La relación entre la universalidad y la particularidad de la contradicción es la relación entre el carácter general y el carácter individual de la contradicción. Por carácter general de la contradicción entendemos que ésta existe en todos los procesos y los recorre desde el comienzo hasta el fin: movimiento, cosas, procesos y pensamiento, todo es contradicción. Negar la contradicción es negarlo todo. Esta es una verdad universal para todos los tiempos y todos los países, sin excepción. Tal es el carácter general, el carácter absoluto de la contradicción. Sin embargo, lo general está contenido en todo ser individual; sin carácter individual no puede haber carácter general. Si todo lo individual fuera excluido, ¿qué sería de lo general? Cada contradicción es particular y de ahí lo individual. Lo individual existe condicional y temporalmente y es, por tanto, relativo. (SOBRE LA CONTRADICCIÓN, 1968)


Ahora, dentro de cada cosa particular existen varias contradicciones, que representa en sí el relacionamiento que se da entre los diferentes elementos que la componen. Esto rompe con las acusaciones contra el marxismo de ser binario, pues su forma de análisis es multilateral, basado en las conexiones y relacionamientos entre todos los aspectos que componen cada cosa. La precisión que da Mao en este sentido tiene que ver con que de todas las contradicciones que existen hay una que es la principal, que marca tanto el movimiento de cada cosa, así como su transformación en otra.


En el proceso de desarrollo de una cosa compleja hay muchas contradicciones y, de ellas, una es necesariamente la principal, cuya existencia y desarrollo determina o influye en la existencia y desarrollo de las demás contradicciones. Por ejemplo: en la sociedad capitalista, las dos fuerzas contradictorias, el proletariado y la burguesía, constituyen la contradicción principal. Las otras contradicciones, como las que existen entre los remanentes de la clase feudal y la burguesía, entre la pequeña burguesía campesina y la burguesía, entre el proletariado y la pequeña burguesía campesina, entre la burguesía no monopolista y la monopolista, entre la democracia y el fascismo en el seno de la burguesía, entre los diversos países capitalistas, entre el imperialismo y las colonias, etc., son todas determinadas por esta contradicción principal o sujetas a su influencia. (SOBRE LA CONTRADICCIÓN[*]1968)


Además, cada contradicción contiene un aspecto dirigente y uno secundario. El primero es el dominante, el que dirige la contradicción. Sin embargo, el primero puede transformarse en el segundo a medida que la contradicción avanza. Lo nuevo termina reemplazando a lo viejo. Esta alteración provoca un salto cualitativo y la transformación de una cosa en otra. El proletariado es el aspecto subordinado en el sistema capitalista; sin embargo, a medida que avanza la revolución se puede convertir en aspecto dirigente, cambiando dicho sistema por el socialista, es decir, dando un salto cualitativo.


La identidad y lucha de contrarios es otra de las especificaciones de esta ley. Identidad implica que, para que exista el un aspecto debe existir el otro, y que el uno puede transformarse en su contrario. Este relacionamiento está dado por momentos de reposo relativo y de cambio manifiesto, en el primero se expresan los cambios cuantitativos y en el segundo los cualitativos. La unidad y el equilibrio se ven interrumpidos o alterados, son temporales, mientras que la lucha es permanente, es el factor decisivo.


La lucha de los contrarios puede ser antagónica o no antagónica. Esto impacta directamente en la forma y en los métodos para resolver cualquier contradicción. Las contradicciones antagónicas se resuelven a través de la violencia, mientras las otras se resuelven de forma pacífica. Sin embargo, las contradicciones no antagónicas se pueden convertir en antagónicas y viceversa, ello no se da siempre, sino en determinadas ocasiones. Por ejemplo, la contradicción entre obreros y burgueses es de base antagónica y ello no cambiará. Existen otras contradicciones que no son antagónicas, como por ejemplo la que se da entre obreros y campesinos en la construcción del socialismo, que es una contradicción en el seno del pueblo. Diferenciar entre contradicciones antagónicas y no antagónicas permite establecer los mecanismos adecuados para resolverlas.


Para Mao Tse Tung la filosofía está íntimamente vinculada a la política, sirve a ésta y expresa concepciones e intereses de una u otra clase. La comprensión del materialismo dialéctico y su aplicación correcta permitió desarrollar de manera particular la ley de la contradicción, pero además establecer las estrategias adecuadas para que la revolución china pueda realizarse.



Materialismo Histórico


La teoría del capitalismo burocrático

En el ámbito de la economía política, Mao Tse Tung desarrolló la teoría del capitalismo burocrático, como forma especial de capitalismo que genera el imperialismo en un país oprimido. Marx y Engels establecieron las características del sistema capitalista como un modo de producción particular, basado en la propiedad privada de los medios de producción, en la contradicción capital-trabajo, y descubrieron la teoría de la plusvalía como piedra angular en la que se basa la explotación a la clase obrera, es decir, analizaron el capitalismo de libre competencia. A pesar de que Marx, en El Capital, ya teorizó sobre la centralización de capital, es Lenin quien en su texto: Imperialismo Fase Superior del Capitalismo, caracterizó la nueva etapa del sistema capitalista, centrando que el capitalismo de libre competencia se había transformado en monopolismo; donde se había fusionado la industria con la banca, dando a luz a la oligarquía financiera; estableciendo la exportación de capitales como lo principal, cuando anteriormente era simplemente la exportación de mercancías; y que se había dado la formación de asociaciones monopolistas que se repartieron primero el mercado interno de sus países y posteriormente generaron una división concreta del mundo entre un puñado de países opresores, que explotaban a la mayoría de países del mundo a través de una política colonial o semi-.colonial. Lenin estableció que la contradicción base del capitalismo, señalada por Marx, entre capital y trabajo, se sostenía, pero que se agregaban dos tipos de contradicciones más: entre países imperialistas, y entre países opresores y países oprimidos. La teoría del desarrollo desigual y combinado, propuesta por Lenin, ya establecía que el imperialismo generaba un cierto capitalismo atrasado en los países que dominaba, para poder generar un margen mayor de ganancias y exportar sus mercancías y capital. Hoy resultan más vigentes que nunca las tesis propuestas por Lenin pues todos esos rasgos se han profundizado. Sin embargo, es Mao Tse Tung quien establece una teoría concreta sobre ese capitalismo que genera el imperialismo en los países oprimidos.


Este capitalismo no es del tipo clásico, como se generó en las viejas potencias europeas y en Estados Unidos. En dichos países, la revolución burguesa liquidó la feudalidad y acabó, mediante sucesivas revueltas, con la clase terrateniente y la nobleza, instaurando su modo de producción en todo el territorio, desarrollando la industria, y concentrando cada vez más capital, en países que además no eran oprimidos por nadie. El capitalismo burocrático es un capitalismo atrasado que tiene dos características básicas: la semicolonialidad y la semifeudalidad; es decir, se conjugan la opresión imperialista, con relaciones capitalistas y precapitalistas. Este capitalismo se da en países que desde su estructuración como Estados-Nación y antes de ello, estuvieron sometidos a la dominación extranjera. Está basado en una triple alianza compuesta por grandes burgueses, terratenientes e imperialistas que oprimen a las amplias masas populares.

El imperialismo “se alía en primer término con las capas dominantes del régimen social precedente -los señores feudales y la burguesía comercial-usurera-, contra la mayoría del pueblo. En todas partes, el imperialismo intenta preservar y perpetuar todas aquellas formas de explotación precapitalistas (particularmente en el campo), que son la base de la existencia de sus aliados reaccionarios.”[22] “[. . .] el imperialismo, con todo el poderío financiero y militar que tiene en China, es la fuerza que apoya, alienta, cultiva y conserva las supervivencias feudales, con toda su superestructura burocrático-militarista.” (LA REVOLUCIÓN CHINA Y EL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA, 1968)


Este tipo de capitalismo no cumple lo que la vieja revolución burguesa logró: resolver el problema agrario destruyendo la feudalidad; liquidar todas las relaciones pre-capitalistas; desarrollar la industria; y construir un país soberano e independiente.


La clase terrateniente no es derrotada, sigue existiendo pero va adoptando pautas “más o menos capitalistas”. La gran burguesía que se genera es de tipo compradora y burocrática. Aquí esta uno de los grandes hallazgos de Mao, pues establece que la gran burguesía es socia de menor rango del imperialismo, su representante directo en las semi-colonias, despojándole de cualquier carácter nacional. Asimismo, tipifica un nuevo tipo de burguesía, la burocrática, que es aquella que utiliza el Estado como palanca de acumulación y se enriquece a partir de una serie de negociados y actos de corrupción. Esta tesis es clave, pues permite caracterizar, por ejemplo, a los gobiernos del autodenominado “socialismo del siglo XXI”, rompiendo las ilusiones de la izquierda reformista en el estatismo burgués. Hoy tenemos una serie de evidencias empíricas de este planteamiento.


La teoría del capitalismo burocrático pretende ser minimizada incluso por algunos “maoístas” que no le dan la importancia cardinal que posee, siendo partidarios de teorías burguesas como las de la dependencia o el desarrollo.



La Revolución de Nueva Democracia


“La revolución democrático-burguesa en la China de hoy no es del viejo tipo corriente, hoy anticuado, sino de un nuevo tipo especial. Este tipo de revolución se desarrolla en China y en todos los países coloniales y semicoloniales, y nosotros la denominamos revolución de la nueva democracia. La revolución de la nueva democracia es parte de la revolución mundial socialista-proletaria, que lucha resueltamente contra el imperialismo o capitalismo internacional... Una revolución de la nueva democracia es una revolución de las masas populares dirigidas por el proletariado y orientada contra el imperialismo y el feudalismo... La revolución democrática es la preparación necesaria para la revolución socialista; y la revolución socialista es el resultado inevitable de la revolución democrática”. Mao. Sobre la Nueva Democracia.


Las tareas que se planteó la vieja revolución burguesa en las potencias imperialistas, y que llevó a cabo la clase capitalista como jefa de dicho proceso, ya no pueden ser culminadas en los países dominados por la burguesía, pues esta se halla comprometida con los intereses del imperialismo. Dichas tareas, que implican forjar un país independiente, acabando con la dominación extranjera; liquidar la semifeudalidad, resolviendo el problema agrario; y provocar un verdadero desarrollo de las fuerzas productivas, especialmente de la industria; sólo se pueden lograr bajo la jefatura del proletariado en alianza con las clases populares oprimidas y sometidas por el régimen actual. Es decir una revolución de nueva democracia, como dictadura conjunta de las clases explotadas, dirigida por el proletariado contra el imperialismo, grandes burgueses y terratenientes, y que forma parte de la revolución proletaria mundial.


En su primera etapa o primer paso, tal revolución de un país colonial o semicolonial, aunque por su carácter social sigue siendo fundamentalmente democrático-burguesa y sus reivindicaciones tienden objetivamente a desbrozar el camino al desarrollo del capitalismo, ya no es una revolución de viejo tipo, dirigida por la burguesía y destinada a establecer una sociedad capitalista y un Estado de dictadura burguesa, sino una revolución de nuevo tipo, dirigida por el proletariado y destinada a establecer, en esa primera etapa, una sociedad de nueva democracia y un Estado de dictadura conjunta de todas las clases oprimidas. Por consiguiente, esta revolución abre precisamente un camino aún más amplio al desarrollo del socialismo. Durante su curso, atraviesa varias fases debido a los cambios en el campo contrario y entre sus propios aliados, pero su carácter fundamental permanece inalterado. Tal revolución combate consecuentemente al imperialismo, y por lo tanto este no la tolera y lucha contra ella. En cambio, el socialismo la aprueba, y el Estado socialista y el proletariado internacional socialista la ayudan. Por eso, esta revolución no puede ser sino parte de la revolución mundial socialista proletaria. (SOBRE LA NUEVA DEMOCRACIA, 1968)


En países oprimidos, donde no existe una industria desarrollada, es imposible socializar la mayoría de medios de producción de manera directa, pues la mayoría de la población está inserta en la pequeña producción, tanto en el campo, como en la ciudad. Rebasar esa pequeña producción implica una etapa en la que se desarrolle la industria y se colectivice la tierra para lograr la generalización económica del modo de producción socialista. Por ello la revolución de nueva democracia y la revolución socialista son dos caras de la misma moneda.


La revolución de nueva democracia implica:


[if !supportLists]· [endif]En lo económico: Nacionalizar y socializar el gran capital y grandes empresas del imperialismo; distribuir la tierra mediante la confiscación de los terratenientes, sin eliminar la economía del campesino rico; y dar cierta libertad temporal a empresas de capitalistas medios.

[if !supportLists]· [endif]En lo político: Dictadura conjunta de las clases revolucionarias dirigida por el proletariado. Se opone a la transformación de los países en repúblicas burguesas. Construir un nuevo Estado, derrocando el viejo poder. Lucha contra el imperialismo, feudalismo y gran burguesía.

[if !supportLists]· [endif]En lo cultural: Es antimperialista opuesta a la dominación extranjera. Es antifeudal contra todos los rasgos conservadores. Es comunista bajo dirección del proletariado.

[if !supportLists]· [endif]La revolución de nueva democracia es dirigida por el proletariado. Cuenta como fuerza mayoritaria y motriz con el campesinado, quien es el principal opositor de la feudalidad y la semifeudalidad. Se alía con otros sectores como el semi-proletariado y la pequeña burguesía urbana. Genera un frente unido de todas las clases oprimidas por el imperialismo. Esto además implica la unidad de la lucha por la liberación nacional con el socialismo.


La forma en la que se implementa la nueva democracia es a través de la construcción de nuevo poder y nuevo Estado. No implica para nada perfeccionamiento o desarrollo de la vieja democracia burguesa, y peor parlamentarismo. Busca destruir el viejo Estado mediante la acción de las masas que obtienen sus reivindicaciones mediante la fuerza de las armas y van liberando zonas hasta obtener el poder total.



La creación de los tres instrumentos para la revolución


Un partido disciplinado, pertrechado con la teoría marxista-leninista y que practica la autocrítica y se mantiene ligado a las masas populares; un ejército dirigido por tal Partido; un frente único de todas las clases revolucionarias y grupos revolucionarios dirigido por tal Partido: éstas son las tres armas principales con que hemos derrotado al enemigo (Tse-Tung, 1949).


El comunismo como movimiento político marca la necesidad de la creación de los tres elementos para la revolución: partidos, frentes y ejército. Mao Tse Tung desarrolla estos aspectos tanto en la teoría como en la práctica de la lucha de clases.


Si bien Marx y Engels enfatizaron en el Manifiesto Comunista sobre la importancia que tenía para el proletariado generar un partido propio, opuesto y diferente a los partidos burgueses; con un programa; que tenga como tarea fundamental la revolución; y que resuelva antagónica y radicalmente las diferencias entre obreros y burgueses en cada país; centraron sus formas de organización especialmente a nivel internacional en el contexto del capitalismo de libre competencia. Es Lenin quien le va a dar las características propias al partido del proletariado en la época del imperialismo, como antesala de la revolución socialista. Estableciendo que debe generarse un partido de nuevo tipo, clandestino, conspirador, selectivo y formado por revolucionarios profesionales. Señalando a su vez que el partido es destacamento de vanguardia, pertrechado por la teoría revolucionaria, destacamento de dirección y forma superior de organización.


A Mao le corresponde la tarea de establecer las características del partido en un país semifeudal y semicolonial, y cómo ese partido organiza su lucha contra las élites dominantes. Aquí partimos de un principio fundamental: el que la línea en lo ideológico y lo político sea la correcta lo define todo. Lo más importante que tiene el partido proletario y que es lo que le otorga su carácter de vanguardia es su línea, como expresión de intereses de la clase trabajadora y las masas y como factor clarificador y estratégico. Mao señala que el partido proletario estará formado por los obreros y además por todos quienes asuman su posición de clase. Que el proletariado es la jefatura de la revolución democrática y socialista. Argumenta que la tarea principal de dicho partido es la toma del poder mediante la violencia revolucionaria y que sus tareas y formas organizativas deben estar subordinadas a ello.


Aporta al método y estilo de trabajo del partido comunista. Defiende el centralismo democrático, pero además posiciona la necesidad del principio de crítica y autocrítica, como la forma principal de desarrollo de la militancia y las organizaciones. Combate el aventurerismo y el oportunismo. Lucha contra el estilo de cliché en el partido. Sostiene que el partido debe estar conectado totalmente con las masas, deberse a ellas, servirlas de todo corazón.


La principal aportación de Mao a la teoría del partido tiene que ver con la lucha de líneas. El materialismo dialéctico nos demuestra que en todo hay contradicción, que la lucha entre los aspectos es permanente y que uno prevalece sobre el otro. La visión predominante de algunos revisionistas era que el partido comunista siempre sirve al proletariado y que es un órgano monolítico e inalterable, no podían explicar el por qué de la traición de algunos dirigentes, o las desviaciones revisionistas de algunos partidos. Esa es una posición mecánica y absolutista, anti-dialéctica, pues en una sociedad de clases siempre hay lucha entre éstas, y los organismos del proletariado no escapan a ello. Si bien el partido comunista es un aparato eminentemente proletario, puede que ello cambie si vence dentro de éste una línea burguesa (generalmente representada por el revisionismo), la práctica revolucionaria así lo demuestra, incluso en los grandes partidos como el bolchevique y el PCCh donde al final prevaleció una línea burguesa. El entendimiento de esto permite establecer mecanismos y estar alertas ante la proliferación de fracciones o líneas burguesas al interior del partido proletario.


En cuanto a los frentes de masas, Mao planteó la creación de un Frente Único para luchar contra la invasión de los japoneses a China. Además, la importancia de que el Partido genere sus propios frentes vinculados a su línea y desarrollándose en las masas populares. Este tipo de frentes son diferentes al frentismo auspiciado por el revisionismo-reformismo, donde pretenden unir coyunturalmente varios grupos de ideologías diferentes, donde cada uno ve por sus intereses.


Mao fue un hombre que siempre confió en las masas populares. Ello le permitió desarrollar la línea de masas, y especificar los vínculos entre partido y pueblo:


Recoger y sintetizar las ideas de las masas y llevarlas luego a las masas para que perseveren en ellas, y, de esta manera, elaborar ideas correctas de dirección: tal es el método fundamental de dirección. En el proceso durante el cual se recogen y sintetizan las ideas de las masas y éstas perseveran en ellas, es necesario aplicar el método de combinar el llamamiento general con la orientación particular; esto es parte integrante de dicho método fundamental. Elaborar las ideas generales (llamamiento general) partiendo de la orientación particular en numerosos casos concretos, y llevar estas ideas a muchas entidades diferentes para comprobarlas (no sólo debemos hacerlo nosotros mismos, sino aconsejárselo a los demás); después, recoger y sintetizar las nuevas experiencias (hacer el balance) y elaborar nuevas directrices para la orientación general de las masas. Así deben proceder nuestros camaradas en la presente campaña de rectificación, y también en cualquier otro trabajo. La calidad de la dirección depende de la aptitud de los dirigentes para proceder según este método. (ALGUNAS CUESTIONES SOBRE LOS MÉTODOS DE DIRECCIÓN, 1968)


La línea de masas se sintetiza en varios principios que los comunistas debemos prestar atención:

[if !supportLists]· [endif]El pueblo y sólo el pueblo es la fuerza motriz que hace la historia. La revolución debe apoyarse en las masas.

[if !supportLists]· [endif]Su principal reivindicación es el poder.

[if !supportLists]· [endif]Toda tarea, política y estilo de trabajo correctos dependen de las demandas de las masas en un momento histórico determinado.

[if !supportLists]· [endif]Para mantenernos vinculados con las masas debemos actuar de acuerdo a sus deseos y necesidades.

[if !supportLists]· [endif]Ni el partido ni los cuadros deben apartarse de las masas. Escucharlas, identificarse, sumergirse en ellas es su tarea.

[if !supportLists]· [endif]Servir al pueblo de todo corazón.

[if !supportLists]· [endif]Las masas poseen un poder creador ilimitado.

[if !supportLists]· [endif]Estilo de vida sencillo y lucha dura.

[if !supportLists]· [endif]No al aventurerismo, ni al oportunismo de derecha.

[if !supportLists]· [endif]No violar el principio de voluntariedad y reemplazarlo por el autoritarismo.

[if !supportLists]· [endif]Resumir las ideas de las masas y llevarlas luego a ellas para que perseveren en éstas y las traduzcan en acción, y de esta manera formular ideas correctas de dirección. De las masas a las masas.

[if !supportLists]· [endif]Las masas están integradas por tres tipos de personas: las relativamente activas, las intermedias y las relativamente atrasadas. Los dirigentes deben saber unir el pequeño número de activistas en torno a la dirección, elevar el entusiasmo de los intermedios y ganarse a los atrasados.

[if !supportLists]· [endif]Combinar la actividad de los revolucionarios con las de las masas.

[if !supportLists]· [endif]Prestar profunda atención a los problemas relativos a la vida de las masas.

[if !supportLists]· [endif]Con las masas persuasión y debate.


Estas enseñanzas perfilan una actitud genuina desde el partido y los cuadros hacia las masas.



La Guerra Popular Prolongada


Marx y Engels establecieron que la violencia es la partera de la historia y que el proletariado debía hacer una revolución política derrocando por la fuerza a la burguesía. Lenin fue el maestro de la insurrección, sentando sus características básicas como forma principal de toma de poder; a su vez que desarrollaba los planteamientos sobre las guerras justas e injustas. Stalin demostró, en la práctica, sus cualidades de dirigente en medio de una guerra regular contra el fascismo, derrotándolo en la 2da Guerra Mundial. Sin embargo, es Mao Tse Tung quien establece la teoría militar más avanzada: la Guerra Popular Prolongada, basándose en los aportes no sólo de Marx, Engels, Lenin y Stalin, sino de estrategas militares como Sun Tzu.


La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la toma del Poder por medio de la lucha armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra. Este revolucionario principio marxista-leninista tiene validez universal, tanto en China como en los demás países. (PROBLEMAS DE LA GUERRA Y DE LA ESTRATEGIA, 1968)


La Guerra Popular Prolongada es guerra porque es la forma más alta de lucha por el poder político; popular porque es de masas e incorpora decisivamente a éstas combatiendo al aventurerismo; y es prolongada porque no es una victoria relámpago y sencilla, sino que va diezmando poco a poco el poder del adversario y consolidando y extendiendo las fuerzas propias.


En China, la forma principal de lucha es la guerra, y la forma principal de organización, el ejército. Todas las demás formas, como las organizaciones y luchas de las masas populares, son también muy importantes y absolutamente indispensables, y de ningún modo deben ser dejadas de lado, pero el objetivo de todas ellas es servir a la guerra. (PROBLEMAS DE LA GUERRA Y DE LA ESTRATEGIA, 1968)


Esta teoría crítica el errantismo, el guerrillerismo y el foquismo como formas limitadas y de carácter pequeño burgués en lo militar.


No pretende tomar el poder, sino construirlo, estableciendo zonas liberadas donde va siendo destruido el viejo Estado. Es una guerra que va del campo a la ciudad, pues se desenvuelve especialmente en países donde se da el capitalismo burocrático y no ha sido superada la feudalidad y semifeudalidad, por lo tanto toma forma como una guerra campesina contra los terratenientes y el imperialismo. La forma de incorporar al campesinado se da a través de su reivindicación directa: la tierra; a diferencia del foquismo que busca “convencer” a los campesinos en una forma idealista y voluntarista que deja de lado sus intereses de clase. Esta guerra confisca la tierra a los terratenientes y la reparte al campesinado, generando nuevo Estado en forma de Comités Populares y bases de apoyo, pasando de una guerra de guerrillas y movimientos, a una guerra de posiciones. Establece además la necesidad de generar elementos conspirativos en la ciudad. La GPP busca la creación de un Ejército revolucionario formado por las masas populares y dirigido siempre por el partido del proletariado.



La importancia de la Superestructura


Mao, como un comunista genuino, siempre sostuvo que el factor determinante de una sociedad es su economía, la forma en la que está organizado el trabajo, las clases sociales que existen, y el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, señaló que en determinados momentos el aspecto fundamental del desarrollo o del cambio está dado por la política o la ideología. Es decir, que una sociedad avance no depende siempre de cuestiones económicas, sino que podrían ser también políticas.


Al estudiar la experiencia soviética, Mao señaló siempre sus aciertos, logros y virtudes, pero al mismo tiempo buscaba encontrar las falencias y puntos débiles en la construcción del socialismo para no cometer los mismos errores. En la construcción del socialismo señala que no todo depende de socializar los medios de producción, y mejorar incesantemente las condiciones de vida de la población; sino fundamentalmente que las masas puedan aprehender el marxismo-leninismo, para identificar las diferencias entre una línea burguesa y una proletaria. Este es un hecho político-ideológico. Por lo tanto planteaba que el proletariado debía ejercer una dictadura omnímoda sobre la burguesía y promover una serie de revoluciones culturales hasta llegar al comunismo: “Dejar que las masas se eduquen a sí mismas en el movimiento y aprendan a distinguir entre lo justo y lo erróneo, y entre la forma correcta de proceder y la incorrecta”.


En ese sentido los comunistas chinos establecieron varias campañas para que las masas se vayan vinculando de manera más directa con la creación de la nueva sociedad. Que se abran cien flores y compitan cien escuelas de pensamiento, las comunas populares, el movimiento para la Educación Socialista, y la Revolución Cultural fueron algunas de las estrategias principales para lograr dicho cometido. La movilización de las masas era el método principal que permitiría descubrir el lado oscuro y avanzar. Si las masas populares no empezaban a tomar la sociedad en sus manos, incluso criticando al partido y al Estado socialista, no habría posibilidad de consolidar la revolución.


Para Mao la política debe estar al mando de la construcción de lo nuevo. La cultura, el arte y la ciencia debían ser parte activa de la vida de las masas populares.


“La cultura revolucionaria es para las grandes masas populares una poderosa arma de la revolución. Antes de la revolución prepara ideológicamente el terreno, y durante ella, constituye un sector necesario e importante de su frente general”. (SOBRE LA NUEVA DEMOCRACIA, 1968)


El arte debe servir a las masas populares en la consecución de su emancipación. Los trabajadores culturales, los artistas y escritores deben ir a las masas, fundirse en ellas, participar en el trabajo con ellas y ayudarlas a librar su lucha contra el enemigo de clase. Para Mao es fundamental tanto la elevación del nivel artístico, como la popularización del arte, que éste cale en las masas. La política debe estar al mando del arte, debe servir a la concienciación y a la lucha de las masas populares.



Una nueva forma de construir el socialismo


En China siempre existieron tensiones y discrepancias sobre la forma correcta de construir el socialismo. Por un lado estaban los seguidores del modelo soviético, y por otro, quienes pretendían implementar un socialismo que tome más en cuenta las diferentes especificidades de la sociedad china y algunas limitaciones que tuvo la URSS. Mao encabezó el segundo grupo, en su texto: Sobre Diez Grandes Relaciones, señaló el camino que debía cursar la economía china. El objetivo era forjar un camino diferente en la construcción del socialismo. Esto se concentraba en cuatro aspectos principales:


- Mientras en la URSS se promovía la industria pesada como eje de la economía; en China se pretendía dar una mayor cuota a la agricultura y a la industria ligera. “ La cuestión que actualmente se nos presenta es la de introducir apropiados reajustes en la proporción correlativa de las inversiones en la industria pesada, de un lado, y la agricultura y la industria ligera, del otro, imprimiendo un mayor desarrollo a estas dos últimas” (SOBRE DIEZ GRANDES RELACIONES, 1977)


- En China se buscaba dar mayor peso a los organismos locales; mientras en la URSS la mayoría de las cosas eran regidas por la planificación centralizada. “La relación entre las autoridades centrales y las locales constituye también una contradicción. Para solucionarla, debemos preocuparnos, actualmente, de ampliar un tanto las atribuciones de las autoridades locales, concederles una mayor independencia y permitirles más actividades, con sujeción a la premisa de consolidar la dirección unificada de las autoridades centrales” (SOBRE DIEZ GRANDES RELACIONES, 1977)


- En la URSS se daba bastante énfasis a los técnicos y profesionales; mientras en China se buscaba que las masas populares suplan las deficiencias técnicas que existían. “Se debe dar consideración a los intereses tanto del Estado como de las fábricas, tanto del Estado como de los obreros, tanto de las fábricas como de los obreros, tanto del Estado como de las cooperativas, tanto del Estado como de los campesinos y tanto de las cooperativas como de los campesinos, y no hay que limitarse a considerar sólo uno de los dos términos” (SOBRE DIEZ GRANDES RELACIONES, 1977)


- En la URSS se enfatizaba en lo económico como lo principal; mientras en China se pretendía que la política sea el elemento que jale hacia adelante a la sociedad.


Esta nueva forma de construir el socialismo contó con campañas como el Gran Salto Adelante, que pretendía crear comunas populares autosuficientes, donde no sólo se trabaje la tierra de manera colectiva, sino que además estas comunas formen equipos de ayuda mutua que construyan obras de infraestructura, canales de riego, pequeñas hidroeléctricas y se hagan cargo de educación, salud, etc.


Se implementaron varias campañas orientadas a promover la consciencia política de las masas populares. La política pasó a tornarse central en la construcción del socialismo.



La lucha contra el revisionismo


Como ocurrió con los grandes comunistas, el pensamiento de Mao se forjó en base a la lucha contra tendencias y corrientes anti-proletarias, disputa que se zanjó especialmente contra el revisionismo. La lucha de Mao contra el revisionismo es fundamental y cabe reconocer tres momentos claves:


- Contra las corrientes nacionalistas y pro-soviéticas antes de tomar el poder que pretendían que el PCCh se disuelva en el Kuomitang; o quienes abogaban por hacer una copia del método utilizado en la URSS con la creación de soviets en China y una estrategia insurreçcional que casi liquida al partido.


- La lucha contra el revisionismo moderno impulsado por Jruschev y la defensa de la memoria de Stalin, denunciando el golpe de Estado contrarrevolucionario en la URSS, combatiéndolo y desenmascarándolo.


- La lucha contra los revisionistas en la construcción del socialismo quienes buscaban implementar medidas pro-capitalistas y contra quienes se implementó la revolución cultural para tratar de derrotarlos.


Para Mao el revisionismo es el principal enemigo en la construcción del socialismo. La solución no era la purga o la eliminación física de los reaccionarios, porque ello no solucionaba el problema. La solución era que las masas populares adopten de manera consciente el marxismo leninismo.



La restauración del capitalismo


La restauración del capitalismo es un evento posible en el socialismo. Dicha restauración es llevada a cabo no por la vieja burguesía derrocada, sino por una nueva élite acomodada, que surge fruto de las desigualdades del derecho burgués, las disparidades entre campo y ciudad, y entre trabajo manual e intelectual, hechos que no pueden ser superados de manera inmediata en el socialismo.



Conclusión


Mao Tse Tung desarrolla cualitativa y universalmente el comunismo en sus aspectos principales. En el plano de la filosofía afirmando el papel de la práctica como raíz y fuente del conocimiento; estableciendo la unidad de la teoría y la práctica a través del conocimiento sensorial y racional; profundiza y particulariza la ley de la contradicción; y le otorga a la filosofía un papel político y estratégico. En el plano económico, sus aportes se concretan en la teoría del capitalismo burocrático; en la economía de nueva democracia; en la construcción específica del socialismo en las condiciones particulares de China. En lo político e ideológico desarrolla la teoría de la nueva democracia; la guerra popular prolongada; la lucha de líneas en el partido y su construcción en un país semifeudal y semicolonial; la línea de masas y el frente único; la importancia de la superestructura; la lucha contra el revisionismo; y la posibilidad de la restauración capitalista en el socialismo. En el comunismo como modelo de sociedad sienta las etapas necesarias para llegar al comunismo pasando de la nueva democracia al socialismo y las posteriores revoluciones culturales para llegar a la sociedad sin clases; dirige la construcción del socialismo en china que toma un cauce diferente a lo impulsado en la URSS.


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